Una de las intervenciones quirúrgicas más simples y rápidas dentro de la cirugía estética es la conocida operación: Rinoplastia, es uno de los procesos de menos duración, menos riesgos y con la cual se obtienen muy buenos resultados. ¿Qué mujer hoy en día, con todos los avances de la medicina estética no desea perfeccionar o corregir gran parte de su fisonomía?, este afán por mejorar el aspecto físico ha llevado a las personas (que cuentan con las posibilidades económicas) a cambiar su aspecto por completo sometiéndose a cuanto proceso quirúrgico estético necesitaba, poniendo muchas veces en riesgo su vida. Felizmente esto no ocurre con esta operación. Rinoplastia es un proceso quirúrgico ambulatorio que cambia el aspecto de la nariz, afinándola, disminuyéndola dándole un aspecto más estético, sin que de esta manera pierda la uniforme con su rostro.
Para todas aquellas personas que sienten que su nariz es un poco grande y tosca para su rostro o nota ciertas imperfecciones en la punta nasal, su solución es una operación: “Rinoplastia”, es un proceso quirúrgico sencillo que tiene como objetivo cambiar la forma y el tamaño de la nariz sin que esto dañe su funcionalidad, es decir sin que altere con el sentido del olfato o pierda naturalidad. Por ser una cirugía sencilla se realiza con anestesia local y unos medicamentos para sedar al paciente, la operación dura tan sólo 30 minutos y es un proceso muchas veces ambulatorio, es decir no amerita de hospitalización, pero sí es recomendable un descanso de dos o tres días por prevención. Lo mejor es que el paciente permanezca en estado de reposo y sin hacer ningún tipo de esfuerzo, ya que puede sufrir de una severa inflamación.
Si bien es cierto la operación rinoplastia es simple y sin riesgos, se debe seguir una serie de indicaciones para que esta intervención no se complique, ya que el hecho de que el proceso quirúrgico sea sencillo y rápido no disminuye las complicaciones que podrían generarse si el paciente no toma las medidas o precauciones de cuidados necesarios dados por el cirujano. Es necesario que luego de la operación, el paciente lleve, por un promedio de 6 días, una férula de yeso sobre la nariz, durante estos días es posible que aparezca equimosis o pequeños moretones alrededor de los ojos, acompañado de una ligera inflamación, que desaparece a los 15 días de realizada la operación. El dolor que se presenta será aliviado muchas veces con un analgésico.
Como todo proceso quirúrgico requiere de una técnica estética adicional para llegar a su perfección, la operación rinoplastia puede ser acompañada de una mentoplasía, que consiste en aumentar la proyección y el tamaño de la zona del mentón, mediante una prótesis o por el contrario la proporción con todo el conjunto facial. Esto le dará un aspecto de naturalidad a su rostro. Los logros totales de la rinoplastia se dejarán ver a las 3 semanas de realizada la operación, pero ya a la semana notará los cambios y mejoras.