La belleza en la antigüedad era patrimonio de los afortunados, y si la naturaleza no había sido generosa con alguien, sea por su contextura o por los rasgos de su rostro, poco o nada podía hacer para cambiar esa realidad y debía aceptar una vida llena de complejos e inconformidad. Sin embargo hoy en día cualquiera puede mejorar su imagen y corregir algún defecto o irregularidad de su figura, regalándonos una mejor apariencia corporal mediante liposucción, tratamientos corporales o cirugía. De igual modo, dado que el rostro será siempre nuestra principal frontera con el mundo que nos rodea, la rinoplastía (rhinos, nariz, y plassein, formar) o cirugía de la nariz, es una operación de alta demanda y enormes posibilidades para los pacientes. La rinoplastia estetica, especialmente, está creada para aportar belleza donde no la hay, o aumentarla donde puede llegar a niveles de perfección.
Ya que la nariz determina mucho en la imagen de nuestro rostro y puede tener una influencia significativa en nuestra autoestima en general, muchas personas recurren a la rinoplastia estética para corregir defectos de nacimiento o también secuelas de accidentes o enfermedades. En cualquier caso, se trata de erradicar una apariencia de no ofrece satisfacción y cambiarla por una acorde con el rostro al que debe integrarse, favoreciendo la apariencia en general. Sí resulta conveniente recordar que estas intervenciones favorecen el efecto que nuestra imagen tiene en nuestra autoestima es real, pero no son magia ni resuelven problemas un cambio de nariz, al someternos a una operación rinoplastia, no soluciona los problemas como si fuera una varita mágica. Dependiendo de la edad del solicitante y de las características de la intervención, la consulta con un psicólogo puede ser un paso previo recomendable.
La rinoplastia estética corrige narices demasiado largas, acortándolas en proporción a su estructura ósea; puede afinar narices demasiado grandes o de punta muy gruesa; puede levantar narices con la punta caída; reduce las fosas nasales (orificios) ofreciendo una apariencia más delicada; también puede aumentar narices muy pequeñas, con la punta muy retraída o con “silla de montar” (una depresión a mitad del tabique), otorgándoles una forma agraciada mediante injertos de cartílago que reconstruye una nariz firme y bonita, que beneficia la imagen que los demás verán de nosotros.
Actualmente la rinoplastia estética busca construir una nariz muy natural, que no se evidencia como operada, y que se integre con su rostro de forma ideal. Para ello la asesoría que el especialista debe brindar es sumamente importante, pues es él la persona competente que puede decir con autoridad las posibilidades reales de mejora que posee cada paciente, más allá de sus preferencias o ilusiones. También es importante que el paciente sepa en qué consiste la intervención para que pueda seguir todas las indicaciones pre y post operatorias y así colaborar eficientemente con el trabajo del cirujano para que el resultado sea óptimo.
La rinoplastia estética es un procedimiento quirúrgico que se realiza a través de los orificios nasales (modalidad cerrada), o realizando una incisión entre las fosas nasales o columela (modalidad abierta) y así correge el hueso, los cartílagos, la piel, de forma que se pueda modelar una nueva forma y tamaño de la nariz. A diferencia de las operaciones que se realizaban hace 20 o 30 años, actualmente la operación de rinoplastia estética provee una recuperación mucho más cómoda y rápida, y el paciente puede estar en casa el día de la intervención o al siguiente.