La cirugía de la nariz o rinoplastia es una especialidad de alta demanda en la actualidad, que se ha beneficiado de muchos adelantos que le permiten ofrecer a los pacientes logros que unos años atrás no se imaginaban. La manera como el cirujano ingresa al interior de la nariz para realizar las correcciones propuestas determina la modalidad de la operación: abierta o cerrada. En la rinoplastia abierta el médico realiza una pequeña incisión en la base de la nariz, esto es en la columela, que es la parte de piel que separa los orificios nasales. A través de esa abertura realizará la operación. Al final quedará una pequeña cicatriz que llegará a ser casi imperceptible. En el caso de la rinoplastia cerrada, la operación se realiza desde dentro de la nariz a través de las fosas nasales, las incisiones quedan ocultas y desde ahí se trabajan el hueso y los cartílagos, lo que no deja marca alguna.
Si la rinoplastia cerrada no deja ninguna huella… ¿por qué se practica la rinoplastia abierta? Por varias e importantes razones. En primer lugar, esta técnica le da al cirujano la posibilidad de trabajar con mayor comodidad y sin obstáculos, viendo al detalle y directamente el campo de operación, lo que le permite realizar su labor de forma mucho más precisa. También es la modalidad idónea cuando se van a trabajar cirugías complejas, las que requieren injertar cartílago, por ejemplo, extraído del propio paciente, o implantes artificiales, para rinoplastias de aumento.
A diferencia de la rinoplastia cerrada, que se realiza con anestesia local y sedación, la rinoplastia abierta se realiza con anestesia general, y si bien esto requiere un mayor cuidado pues eleva el nivel de riesgo para el paciente, con los cuidados debidos esto se reduce al mínimo. Por otro lado el post operatorio en la rinoplastia abierta puede ser más doloroso y lento, pero una vez cicatrizada la incisión, el resultado es óptimo, por lo que la rinoplastia abierta sigue siendo un procedimiento indicado en un gran número de casos, especialmente cuando se requiere remodelamiento o reconstrucción de la nariz, o cuando se corrige desvío de septo o tabique nasal. Sobre la cicatriz que deja la rinoplastia abierta, menos del 5% de pacientes pueden percibirla como algo antiestético después de un año de operados.
Durante la recuperación de la rinoplastia abierta puede producirse un mayor sangrado y la hinchazón será mayor también. El dolor puede ser mitigado con analgésicos. Estos síntomas deben ir desapareciendo con el transcurso de los días y no deben ofrecer ninguna complicación. Es probable que el doctor indique el uso de tapones en la nariz por algunos días. Luego de la operación el paciente deberá evitar actividades fuertes que puedan incrementen su flujo sanguíneo, protegerse del sol y de alimentos o bebidas muy calientes. También están prohibidos los baños de inmersión. Y como en toda cirugía, deberá cuidarse mucho la posibilidad de una infección. En ambos casos, rinoplastia abierta o cerrada, aunque los riesgos son mínimos, como toda intervención quirúrgica requiere tomar todas las precauciones para proteger la salud del paciente.
Si piensa realizarse una rinoplastia abierta, deberá elegir con mucho cuidado a su cirujano. Más que la publicidad, debe verificar que cuente con la capacitación profesional adecuada dentro de la especialidad y con la experiencia debida para realizar la intervención. A su vez este profesional debe contar con un staff médico multidisciplinario igualmente capacitado y con el ambiente y los equipos que garanticen una operación segura y satisfactoria desde todos los aspectos.
hace unas semanas me realice una septumplastia de la cual me he recuperado satisfactoriamente, pero dentro de unos meses me realizare una rinoplastia cerrada para corregir giva..como es la recuperacion de esta operacion…puede doler igual o mas que la septumplastia?….