“¡No me gusta mi nariz! Es más… ¡Odio mi nariz!”. Expresiones como esa las escuchamos con mucha frecuencia, más de mujeres que de varones, pero sólo por el hecho de que ellas son más expresivas que ellos, pero la disconformidad no tiene sexo. Años atrás era casi un orgullo poseer una nariz de tres metros si acaso ésa era la característica familiar. Y si se parecía a algún antepasado ilustre… ¡mejor! Sin embargo en una era en la que la belleza y los cánones de imagen personal están dictados desde entornos globalizados, nada ofrece consuelo a quienes lucen atributos físicos poco agraciados o en extremo exagerados. Afortunadamente, para los problemas estéticos de la nariz, rinoplastia es la palabra que define una solución segura y viable.
Si años atrás las operaciones eran en extremo costosas y rodeadas de complicaciones postoperatorias, actualmente la tecnología y las innovaciones en cirugía estética han facilitado que las cirugías estéticas de nariz o rinoplastia sean más rápidas, indoloras y con resultados totalmente naturales. Si la incomodidad está relacionada con la punta de la nariz, por ser muy ancha o gruesa o estar muy caída, puede afinarse y levantarla, incluso puede aumentarse el ángulo que se forma entre la nariz y el labio superior. Cuando la objeción está en el dorso nasal (la parte de “encima”), éste puede hacerse más fino o más grueso, según sea el caso, tratando de lograr o mantener una rectitud en el borde. También se puede esperar una nariz más pequeña, pero que mantenga la forma y proporciones que se posee, lo que es también sencillo de realizar.
No obstante a veces lo que se desea es agrandar la nariz, ya sea por un trauma (accidente o golpe en la nariz), porque se realizó una operación que no tuvo el resultado esperado o porque se posee de nacimiento una nariz como “silla de montar” o cuya punta no se proyecta lo debido lejos de la cara. En esos casos cirugía de nariz o rinoplastia debe efectuar implantes de cartílago, tomándolo del remanente del tabique del propio paciente o de su oreja; puede obtenerse de las costillas, sólo en casos muy necesarios, o usarse sustancias especiales. La cirugía de nariz rinoplastia constituye aproximadamente el 30% de las operaciones de cirugía plástica, y el 70% corresponde al sexo femenino.
En el Perú como en otros países, existe una amplia gama de profesionales altamente capacitados y con experiencia en el ramo, así como con el equipamiento necesario para realizar tan delicadas intervenciones, sin embargo hay quienes ofrecen cirugía de nariz, rinoplastia, sin tener la acreditación necesaria y muchas veces realizan intervenciones que no logran el resultado ofrecido, obligando al paciente a someterse a nuevas intervenciones para rectificar el mal procedimiento realizado.
Luego de la cirugía de nariz o rinoplastia, la recuperación es bastante rápida. La duración de la intervención en sí depende del tipo de anestesia usada (local con sedación o anestesia general), y generalmente estará en preparación una hora antes de la operación y por dos más luego de realizada, en observación en una sala de recuperación. Deberá reposar unas horas y posiblemente pueda volver a casa el mismo día o al siguiente, en relación a la evolución del paciente y las características de su intervención. La operación de la nariz, rinoplastia, dura por lo general entre una y dos horas. Luego de tres o cinco días de descanso podrá retomar el trabajo o los estudios pero deberá abstenerse de realizar actividades de esfuerzo. Puede experimentar dolor, que será tratado con analgésicos, y una deformación temporal del sentido del olfato o de insensibilidad, que son pasajeros y no deben preocupar. La recuperación es paulatina y requiere un cierto nivel de reposo (sin actividades agitadas), resguardarse del sol directo y abstenerse de deportes o ejercicios físicos intensos. Deben asimismo evitarse baños de piscina o mar, y seguir al pie de la letra todas las indicaciones del cirujano tratante.