Aunque con una demanda menor respecto a los implantes mamarios, las intervenciones de implantes de gluteos son una respuesta a quienes desean exhibir una cuerpo con curvas que la madre naturaleza no le regaló o que simplemente desean incrementar el volumen de su “derriere”. Aunque la técnica básica de la operación es muy similar, las prótesis o implantes utilizadas en la gluteoplastia, o implante de glúteos, son diferentes. La razón es simple. Las prótesis de glúteos deberán resistir el peso de la persona cuando se sienta y la presión al caminar o hacer ejercicio, por eso los implantes contienen gel de silicona de alta densidad y cohesividad, no pudiendo usarse los de relleno salino. Las personas con implantes de glúteos (ojo, que no son usados exclusivamente por mujeres) deben tener el cuidado de evitar de por vida recibir inyecciones intramusculares es esa zona, teniendo la alternativa de los muslos.
Existen diferentes formas de implantes o prótesis: redondos u ovalados (también llamado un implante anatómico). La mejor manera de hacer una buena elección es consultar con el especialista en implantes de glúteos, quien por su experiencia y conocimiento, puede aconsejar la mejor alternativa. Hay que tener en cuenta que para un trabajo verdaderamente estético, se requiere de un profesional no sólo con capacidad y experiencia como médico, y más precisamente en cirugía plástica, sino también con talento de artista, ya que deberá lograr que las nalgas queden con una forma natural y estética, y eso se logra sólo con muchos de años de práctica. Para ello el especialista deberá evaluar la calidad y textura de su piel, además de la estructura particular de sus glúteos, su región lumbar, las caderas y los muslos, y cómo resultarán afectadas estas zonas tras el implantes de glúteos. Muchas mujeres han protagonizado historias lamentables con resultados muy antiestéticos y secuelas desgarradoras, que han puesto en peligro su vida, por buscar el servicio más económico en lugar de privilegiar la experiencia y calidad del profesional a quien se le encarga el cuerpo y la vida.
La intervención de implante de glúteos es relativamente sencilla. Se efectúa un corte de entre cinco a ocho centímetros entre las nalgas para formar una bolsa o bolsillo donde insertar el implante. Éste se coloca entre los músculos y la grasa que al cicatrizar ayudará a mantener el implante en su lugar. Los cortes se realizan con suturas absorbibles y el paciente podrá volver a casa el mismo día con un vendaje especial que deberá mantener por tres o cinco días, aunque algunos cirujanos lo cambian por otro a usar por dos o tres semanas.
Tras la operación la movilidad del paciente será difícil y restringida, requiriendo descanso por varios días. Al iniciar la segunda semana deberá estar en mejores condiciones de movilizarse. Tras el implante de glúteos pueden aparece hematomas e hinchazón que permanecerán por sólo unos días y luego desaparecerán. También se puede sentir un poco de entumecimiento que irá pasando. La inflamación no es mucha, como tampoco los hematomas o “moretones”. Es posible que se sienta más dolor que en otros procedimientos, por ser un área de mucha exigencia muscular, pero en término general se puede regresar a una actividad normal después de un mes de la cirugía de implante de glúteos.