En un mundo dominado por la imagen (y si no lo cree evalúe cuántos sistemas de entretenimiento, comunicación, comercialización y hasta educación, se realizan a través de medios visuales no presenciales) y donde la juventud está tremendamente valorada, si no queremos parecer de dos generaciones atrás, debemos estar en nuestro peso, exhibir una buena figura, vestir a la moda y lucir lo más jóvenes posibles. El truco no es “ser” joven, sino parecer tan joven como sea posible. Es un sistema implacable y a veces hostil, pero difícilmente podemos salir de él. El auge de la Cirugia Estetica Facial radica en este deseo, a todos los niveles de la sociedad, de lucir mejor, tanto como se pueda.
Y la verdad es que sí se puede. La Cirugía Estética Facial puede realizar mejoras maravillosas usando procedimientos bastante sencillos. No es necesario realizar una operación tras otras hasta parecer un pariente lejano de sí mismo. La idea es mejorar alguna parte que lo necesite, y corregir esas pequeñas imperfecciones que podrían hacer mucho a nuestro favor, en lugar de apuntar en contra. Y sin embargo las personas viven con algo que les incomoda de su cuerpo o su rostro y por años lo guardan dentro, como un terrible secreto del que se sienten avergonzados. Si les menciona el tema de una Cirugía Estética Facial sus seres más cercanos probablemente lo creerán una locura, pero sólo usted sabe cuánto le molesta ese “detalle” o cuanto interfiere con su bienestar general. El que usted desee corregir algo que le perturba o incomoda, hoy en día es muy sencillo y seguro, y de hecho, vale la pena si nos permitirá sentirnos mejor con nosotros mismos y con los demás.
La Cirugía Estética Facial interviene, en la mayoría de casos, para corregir signos de envejecimiento (cara o cuello), surcos en las mejillas y junto a la boca, arugas marcadas en la frente, Pómulos caídos, párpados que perdieron sus forma natural, etc. También pueden perfilar y mejorar la forma los rasgos faciales (los pómulos, el mentón, las cejas, la nariz, los labios) en personas que aún no están afectadas por la edad, ofreciéndoles una nueva perspectiva estética. La Cirugía Estética Facial es una de las especialidades que más ha evolucionado, incluso actualmente se realizan en muchos casos mediante métodos endoscópicos, menos invasivos y con menores molestias postoperatorias.
También está a disposición la ritidectomía, más popularmente conocida como “Lifting facial”, un procedimiento quirúrgico para desterrar del rostro las marcas de la edad (cara, cuello), “levantando” los músculos y la piel del rostro, que queda tersa, sin arugas, ni “caída”. Muchas veces dentro de la Cirugía Estética Facial este procedimiento se realiza en conjunto con otros para un resultado más integral y armónico.
Los riesgos de una Cirugía Estética Facial son mínimos, de hecho son menores a los de los procedimientos quirúrgicos regulares, dado que es una cirugía planificada y el paciente suele estar en buen estado de salud al someterse al procedimiento. El especialista deberá informar de las posibles complicaciones de cada caso en particular y, dependiendo de la operación y su complejidad, el paciente deberá evaluar el riesgo contra beneficio… y decidir.