Como en toda intervención quirúrgica, no se puede desconocer los riesgos de una cirugia plastica, ya que la salud del paciente está de por medio y así como entra al quirófano, completamente sano, debe salir después, aunque con una mejor imagen física. Sin embargo, sabemos bien que no siempre es así, y que muchas personas tienen consecuencias negativas, desde un resultado diferente u opuesto a lo convenido, hasta lesiones o la muerte.
Entonces la pregunta que toda persona interesada en el tema se debe realizar es ¿cuáles son los aspectos que revisten riesgos en una cirugia plastica? En primer lugar está la elección del cirujano. Muchas veces las personas, en su deseo de un resultado inmediato, en lugar de planificar la operación y esperar a poder cubrir el costo de un buen profesional, buscan la opción más barata que, por supuesto, “le asegura que no le pasará nada”. La gran mayoría de reclamos están ligados a conductas no éticas de profesionales poco o nada calificados. Una elección responsable y muy cuidadosa del cirujano es una obligación, y visitar al menos a tres antes de decidir, una excelente decisión. En este tema se incluye al anestesista, cuya labor en la intervención es de importancia trascendental si queremos evitar riesgos en una cirugía plástica.
Un profesional competente y ético, procederá antes que nada, a determinar las causas por las que el paciente desea operarse, así descartará que sea por los motivos equivocados (“porque quiero que me quieran” o “porque mi vida es miserable”) evitando que ingrese a un quirófano un paciente en un estado emocional que requiere tratamiento psicológico antes que una nueva nariz, aumentando así los riesgos de una cirugía plástica.
Otro tema significativo al tocar los riesgos de una cirugía plástica, es el que corresponde al paciente. Así es, el paciente. Lo que sucede es que a veces no le dice al cirujano toda la historia de sus antecedentes de salud, por vergüenza o simple descuido, y omitir en la información que se brinda al médico factores como el consumo de drogas, alcohol, antidepresivos, medicamentos en general o anticonceptivos, puede ser verdaderamente trágico. Algo muy sencillo pero muy útil es acudir al consultorio del cirujano acompañado de una persona de nuestra confianza que tenga la cualidad de saber indagar lo que al paciente se le pueda pasar por alto y de recordarle al paciente algo que está omitiendo informar.
Otro aspecto para reducir los riesgos de una cirugía plástica es realizar todos los exámenes que el especialista solicita sin tratar de saltar ese paso porque “me he hecho unos hace dos meses y estaba bien”, siguiendo al pie de la letra, sin dudas ni murmuraciones, las indicaciones pre y postoperatorias. En la consulta inicial el paciente deberá conocer este proceso, previo y posterior a la intervención y saber todo lo que deberá hacer o dejar de hacer. Su compromiso con estos cuidados es determinante en el éxito de la operación.
Finalmente también es punto a tener en cuenta la sala de operaciones, que deberá contar con los equipos necesarios, para la operación y para la atención de una posible emergencia con procedimientos establecidos y personal entrenado para evacuar al paciente en caso de emergencia, reduciendo así los riesgos de una cirugía plástica.