La publicidad masiva de sistemas “innovadores” en el campo de la cosmética, da cabida a muchas personas inescrupulosas que lucran con las expectativas de la gente, ofreciéndoles productos cuya inocuidad no está debidamente comprobada y sí hay testimonios en gran cantidad de su nefasta influencia en la salud de los pacientes. Es el caso de los productos de relleno, especialmente para retoques faciales como el aumento de labios, por ejemplo, siendo los más notorios los llamados “biopolímeros” cuyo uso está prohibido por la FDA y los países de la Unión Europea y están considerados como un problema de salud pública en países como Argentina y España.
Pese a las advertencias contra su uso, la venta indiscriminada de biopolímeros por Internet ha permitido muchos casos de aumento de labios nefastos, realizados por personas actualmente prófugas de la justicia. Este producto puede producir rechazo por el cuerpo (cambios en la textura de la piel, manchas, inflamación, ulceración, contracturas, etc.) y hasta una infección que puede llegar a ser letal. Los síntomas a los pocos días de la infiltración o mucho después, incluso años. Y es que los biopolímeros son productos derivados de la silicona que al ser inyectados bajo la piel de forma incorrecta, pueden ser encapsulados por el organismo y dar lugar al origen a diversas anomalías, desde granulomas hasta tumores y lesiones faciales de carácter irreversible, que el bisturí del cirujano más experto no siempre puede eliminar.
En el campo de la cirugía plástico estética no existen las soluciones mágicas, y generalmente lo barato sale muy, pero muy caro. En el caso de buscar un aumento de labios del que salga satisfecha y feliz, lo sensato es acudir a un cirujano plástico reconocido y con experiencia en estos procedimientos, y ponerse en sus manos para que, de acuerdo a sus condiciones particulares, recomiende la alternativa mejor, estéticamente, y más segura, en cuanto al impacto en su salud.
Las sustancias de relleno que se utilizan en el aumento de labios para lograr un mayor volumen sin efectos secundarios, deben ser inocuas, es decir que no produzcan rechazo en el organismo ni generen complicaciones posteriores. Un cirujano verdaderamente profesional, explicará las diversas opciones recomendables y acordará con el paciente el sistema a usar, lo que determinará el procedimiento a seguir. Si el aumento de labios se va a lograr gracias a la técnica del implante, sea del mismo labio del paciente o de otra área de su piel, el procedimiento se realizará a través de pequeñas infiltraciones que no deberán dejar marcas. Al dejar la clínica el paciente ya podrá ver los resultados, que será definitivos aproximadamente al mes de realizada la intervención.
Entre los compuestos orgánicos, el colágeno de origen bovino es muy utilizado en el aumento de labios, aunque sus efectos no son de gran duración. Requiere una prueba para evitar la reacción alérgica. En el caso de la inyección de grasa, ésta ya no suele ser es recomendada por la mayoría de cirujanos para el aumento de labios, por su pronta reabsorción y el edema que ocasiona, que es muy notorio. En suma que el costo no justifica el beneficio.
Respecto a los productos sintéticos, el Metacrilato es usado pero en varias sesiones, para evitar la aparición de fibrosis. Su duración supera el año, mientras que el Ácido hialurónico, de origen no animal, suele tener muy buenos efectos para un aumento de labios que dure entre 6 meses y un año. Los derivados de siliconas deben ser usados sólo por cirujanos muy expertos y en varias sesiones. Una vez inyectado el producto es imposible su extracción. Una de las novedades es el Gore-Tex, un material de relleno que incorpora aire y se así se une al tejido orgánico de manera muy eficiente. Su colocación es muy minuciosa y requiere mucha pericia y práctica de parte del profesional.