Sí. En liposuccion, Peru es un destino muy buscado a nivel sudamericano por sus reconocidos cirujanos que ofrecen intervenciones con lo mejor en tecnología pero a costos inferiores que en Argentina, Brasil o Venezuela. En Estados Unidos también existen diversas empresas de turismo médico que han incorporado a nuestro país en su cartera de opciones para quienes desean hacer un viajecito que los retorne a casa con un rostro más agraciado o una cintura más fina, con la seguridad y confianza que esperan pero a un costo menor. Esto se debe a que en el campo de la cirugía plástica, pero en especialmente en el área de la liposucción, Perú ha demostrado contar con el alto nivel de especialización que se requiere y con profesionales que cuentan con el equipo técnico y humano del caso, ofreciendo una alternativa importante y muy competitiva en Sudamérica.
Si tomamos únicamente a la población hispana de Estados Unidos, calculada en el 2005 en alrededor de 42 millones de habitantes (14% por ciento del total de la población del país), veremos que hay un gran mercado por conquistar: hombres y mujeres que ya no se sienten satisfechos con visitar playas, ruinas o museos, sino que están en busca de profesionales de renombre, que cuenten con instalaciones médico-quirúrgicas modernas, seguras y confiables, que les permitan volver a casa con algunos años menos y una mejor imagen. Estos servicios cubren el viaje en avión, estadía en hoteles, las coordinaciones con las clínicas seleccionadas y el acompañamiento y soporte necesario para un postoperatorio agradable y seguro. En el tema de liposucción, Perú es ya un destino que va ganando adeptos, no sólo para pacientes de países vecinos sino también para quienes viajan desde América del Norte (Canadá, Estados Unidos) o de Europa, países que aún sufren los estragos de la reciente crisis internacional.
Como dato de interés podemos decir que en el 2008, más de 55 mil personas, entre norteamericanos y canadienses, recibieron atención de cirugía plástica en clínicas mexicanas, tanto de la capital como del interior, mientras que Brasil recibió más de 150 mil visitantes de turismo médico. La ola está corriendo y será de gran beneficio para todo el público, pues a una mayor afluencia de público los servicios estarán cada vez más accesibles. Visto todo ello, tal vez crea que es el momento de sacarse esos rollitos de encima y en ese caso, una vez decidido a someterse a una liposucción en Perú, la correcta elección del profesional que tendrá a su cargo el procedimiento, es esencial. Aquí algunas sugerencias:
1. La capacitación del médico es primordial. Revise sus credenciales: Muchos pseudo profesionales se presentan con mucha publicidad como cirujanos plásticos sin serlo en realidad. Para ser cirujano plástico y realizar una liposucción en Perú no basta trabajar en la especialidad sino haber realizado los estudios universitarios correspondientes y tener el título que lo acredite como tal.
2. La membresía en el colegio de médicos es necesaria: Además de ser un procedimiento médico que exige el título profesional (la liposucción), Perú requiere que los cirujanos en ejercicio estén colegiados, así la institución puede supervisar la calidad del servicio que presta el profesional.
3. El establecimiento médico es muy importante: Si la atención no es en un hospital, asegúrese de que el cirujano cuenta con los permisos requeridos y los equipos necesarios para proteger su salud y asegurarle los mejores resultados.
4. Asegúrese de que su médico puede atender en un hospital: Aunque la operación de liposucción en Perú se realice en una clínica privada, vea que su doctor integra el staff y está autorizado a atender en un hospital en caso de emergencia.
5. Entrevístese con los mejores candidatos: Solicite una entrevista con sus dos o tres principales opciones y compártales sus inquietudes y expectativas. Pídale referencias del procedimiento de liposucción en Perú y su recomendación en su caso. Pregunte por posibles riesgos así como por detalles del postoperatorio. Compare las respuestas, examine el servicio que le ofrecen y finalmente, la confianza que le inspiren.