Dentro de las diversas modalidades de liposucción, que constantemente ofrecen alternativas novedosas en beneficio del paciente, la liposuccion con laser o laserlipólisis, es una de las más recientes. Es un procedimiento que favorece la pronta recuperación, reduce o elimina el sangrado y permite un retorno a la vida cotidiana más rápido, pero, sobre todo, posibilita una mejor retracción de los tejidos de la piel, evitando que se produzcan irregularidades desagradables. La operación se realiza usando anestesia local y sedación.
Si bien hay diferentes modalidades de liposucción con láser (láser externo y láser interno (Low Level Laser), en términos generales esta técnica utiliza el haz de luz láser de baja potencia para romper las acumulaciones adiposas (células de grasa) y deshacerlas de forma suave e indolora. Estando la grasa en forma semilíquida, es fácilmente extraída por cánulas o expulsada por el organismo a través de las heces y orina. En el caso del láser externo, el procedimiento es superficial y la luz no toca la grasa. En el caso del láser interno sí se introduce bajo la piel mediante una delgadísima fibra especialmente fabricada para destruir exclusivamente la célula de grasa sin afectar o lesionar otro tipo de tejidos.
La intervención de liposucción con láser inicia con la aplicación de anestesia local y sedación, tras lo cual se inserta en el tejido adiposo subcutáneo una pequeña cánula con una fibra de láser. El cirujano la moverá hacia adelante y atrás para que el láser, a través de una delgada fibra, realice su trabajo disolviendo las células de grasa, que luego se extraerán con una cánula de aproximadamente 0.3milímetros.
Las ventajas de este procedimiento en relación a la liposucción convencional son significativos, ya que produce un menor trauma en los tejidos y eso se traduce en un postoperatorio casi sin hinchazón, dolor o molestias. Con la liposucción con láser También se puede lograr una recuperación más rápida del paciente, que no tendrá hematomas ni marcas, y que por lo tanto podrá ver los primeros resultados de su nueva figura mucho antes. Finalmente, la retracción de la piel es mayor, mejorando la apariencia de la zona tratada que no dejará huellas o irregularidades de ningún tipo. La liposucción con láser es ideal para aquellas personas que tienen poco tejido graso y que quieren definir ciertas áreas, estilizando aún más la figura.
Como las intervenciones de liposucción con láser no utilizan cortes en la piel, el paciente no requiere ser hospitalizado y, dependiendo del volumen de grasa extraído y de las zonas tratadas, por lo general los pacientes pueden realizar sus actividades normalmente 24 horas luego de haber sido intervenidos, lo que es un adelanto respecto a otras técnicas. Sin embargo, es importante aclarar que si bien esta técnica aporta un diferente manejo de las acumulaciones de grasa a extraer, no elimina el uso de las cánulas de acero que deben succionarla fuera del cuerpo del paciente.
La tecnología de la liposucción con láser es muy reciente (se origina en la década de los ’90) y basa su acción en la estrategia de licuar la grasa mediante el uso del láser para facilitar su extracción mediante cánulas de liposucción o técnicas de vibrosucción. La grasa remanente es luego expulsada de manera natural. Un punto importante a tener en cuenta es que la grasa extraída mediante uso de láser, no puede ser inyectada en el paciente y rellenar otros espacios corporales.
Pese a lo novedoso de la tecnología que utiliza, la liposucción con láser es una intervención de cirugía y por lo tanto requiere todos los cuidados preoperatorios que aseguren la viabilidad de la intervención, como los posteriores a la operación (reposo, cuidados específicos) de forma que los resultados sean óptimos y la salud de la persona esté siempre protegida.